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Cómo Whatsapp llegó a valer 19.000 millones de dólares al superar los 1.000 millones de usuarios


Fuente: Publicado en El Tiempo, febrero 2016

 

El ucraniano Jan Kuom y Brian Acton, un norteamericano, cambiaron una de las maneras de comunicarse.



WhatsApp es una compañía creada en 2009 por Jan Kuom, un ucraniano nacido en una villa asentada en las afueras de Kiev, y Brian Acton, un norteamericano que trabajó para Adobe, Apple y Yahoo antes de incursionar como cofundador de la plataforma de mensajería móvil que fue comprada el 19 de febrero de 2014 por la extraordinaria suma de 19.000 millones de dólares, una de las transacciones más abultadas en la historia de la tecnología.

La vida de Jam Kuom: marcado por la guerra y la precariedad

La vida de los dos hombres no ha transcurrido sin avatares. Koum creció en una vivienda de precarias prestaciones, sin energía eléctrica ni agua caliente. Es hijo único de un ama de casa y un administrador de construcciones, como se describe en el perfil elaborado por Parmy Olson en la revista 'Forbes'. El ahora multimillonario creció en medio de la Guerra Fría, en 1976. En el contexto histórico de su infancia, el clima político de Ucrania se encontraba marcado por las restricciones, por la pobreza y por la zozobra. El Estado atropellaba la individualidad y vulneraba la privacidad de los ciudadanos. Las interceptaciones telefónicas formaban parte de la dinámica cotidiana, a tal punto que en el hogar de Koum rara vez se usaba el teléfono por temor a que las conversaciones fueran vigiladas y grabadas. Koum y su familia eran judíos. Vivían atemorizados por la inminente afrenta de un enemigo invisible: la policía secreta. Cuando Jan tenía 16 años, emigró a Estados Unidos en compañía de su madre y de su abuela. El clima antisemita había recrudecido en Ucrania y emprendieron la huida. Los acogieron las frondosas tierras de Mountain View, California, la misma ciudad donde ahora se erigen las oficinas de WhatsApp y el monumental campus de Google. Aterrizaron en la costa este de Estados Unidos acechados y con pocos peniques en los bolsillos. “Alquilaron un apartamento con dos cuartos gracias a la asistencia del gobierno. Su madre llenó las maletas de lápices y con una pila de 20 cuadernos con motivos soviéticos para evadir el pago de materiales escolares en su nuevo país de residencia”, narra la revista 'Forbes'. Su padre se quedó en Ucrania manejando una constructora del Gobierno.



Koum es un hombre alto y de contextura fuerte. Mide 1,87 cm de estatura. Cuando su madre enfermó de cáncer, vivieron del subsidio estatal. Jan coleccionaba cupones de comida y mantenía una ruda y desaliñada apariencia. Rara vez se afeitaba y era considerado como un pendenciero en el colegio. A los 18 años, se interesó por los computadores y a los 19 compró su primer PC. Lo caracteriza su espíritu autodidacta. “Se unió a un grupo de 'hackers' denominados woowoo en la plataforma de Internet Relay Chat Network”, señala 'Forbes'.

Internet Relay Chat es más conocido como IRC. Se trata de un protocolo de comunicación en tiempo real cuya sofisticación técnica resulta atractiva para los expertos en los menesteres de la informática y espanta a los iniciados. Aunque aún existe, su popularidad ha mermado, en especial por el auge de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea como el mismísimo WhatsApp. Se dice que en aquella época, Koum entabló conversaciones con uno de los fundadores de Napster: Shawn Fanning. El ucraniano apenas se graduó de la escuela secundaria de Misión Viejo, California, y después se enlistó como estudiante de Matemáticas y Ciencias de la Computación en la Universidad Estatal de San José. Como él mismo admite en su perfil profesional de LinkedIn, abandonó sus estudios, lo que marca una curiosa similitud con otras leyendas del Valle del Silicio como Bill Gates, Steve Jobs y Mark Zuckerberg. Durante su peripecias universitarias, fue contratado por Ernst & Young como ‘tester’ de seguridad. Una de sus misiones era inspeccionar el sistema de publicidad de Yahoo, empresa cliente de la firma de servicios profesionales. Ahí conoció a Brian Acton, un hombre apenas cuatro años mayor que él, con una prolífica carrera como ingeniero. Acton sumó experiencia profesional en Rockwell International, en Apple y en Adobe antes de unirse a la empresa global de medios fundada por David Filo y Jerry Yang.

Koum conoce a Brian Acton

En 1998, Koum fue contratado por Yahoo como ingeniero de Operaciones y Seguridad. Cuando aún asistía a clases, David Filo lo apadrinó y la carga laboral lo llevó a abandonar los claustros. En esa época, Dennis Yu, en entrevista para EL TIEMPO, trabajaba en Yahoo y cuenta algunos detalles de la personalidad del ucraniano. “Era el hombre que embestía a los rivales cuando jugábamos fútbol americano, se aprovechaba de su gran estatura”. Es además un líder de pocas pero contundentes palabras. La aventura del ucraniano en Yahoo duró más de ocho años. En ese periodo, Jan Koum y Brian Acton estrecharon lazos de amistad. Jan Koum llegó a ocupar la gerencia de Operaciones de Infraestructura y Acton escaló aún más alto. Para 2007, ya era el vicepresidente de Ingeniería. El mismo año en que Steve Jobs descrestó con el iPhone, los dos hombres abandonaron Yahoo y se dedicaron a viajar y a disfrutar de un año sabático. Según 'Forbes', Koum contaba con 400.000 dólares en ahorros. Para entonces, ya habían acumulado considerables fortunas, si bien no eran tan adinerados como para considerarse multimillonarios.

El iPhone cambia el panorama y fundan WhatsApp

Dicen que en 2009, el ucraniano compró un iPhone y se dio cuenta del enorme potencial de los dispositivos móviles inteligentes y del mercado de aplicaciones. Exactamente cuando cumplió 33 años, el 24 de febrero de 2009, se arriesgó y fundó WhatsApp. El nombre se inspira, como cabe esperar, en la expresión ‘What’s up’. Según 'Mashable': “La idea de la aplicación se le ocurrió a Koum cuando su gimnasio prohibió el uso de teléfonos celulares. Como resultado, perdía muchas llamadas durante sus rutinas y decidió crear una solución”. Ese mismo año, Brian Acton fue rechazado tanto en Facebook como en Twitter. Ahora, irónicamente, la empresa Zuckerberg los ha integrado a su junta directiva. Por aquel entonces, la fuerza dominante en el segmento de la mensajería instantánea para móviles era BlackBerry y su popular BlackBerry Messenger (BBM). También se asomaban en escena Microsoft Messenger, Google Talk y Skype. El gran problema de BBM era que solo permitía establecer contacto con otros usuarios de dispositivos BlackBerry. En cambio, WhatsApp desde un principio se mostró multiplataforma y sencillo de usar: toma los contactos de la libreta de contactos telefónicos. Por esta misma razón, ha recibido críticas, pues se considera como un factor inseguro. La empresa ostenta un trasfondo de sencillez y humildad. Periodistas que visitaron sus instalaciones en Mountain View describieron que Jam Koum y Brian Acton suelen recorrer los pasillos con atuendo informal, a veces en bermudas y sandalias. Un eje de la filosofía de WhatsApp es no incluir publicidad porque sus fundadores consideran que, de alguna, forma, es una manera de interferir con la privacidad de los usuarios (también parece ser un reflejo de su desprecio por el trabajo que hacían en Yahoo). Apenas cuentan con 55 empleados y son reconocidos por su bajo perfil. "No anuncios, no juegos, no artilugios", puede leerse en una nota colgada en la pared de su oficina.

El crecimiento exponencial de WhatsApp El crecimiento exponencial de WhatsApp. Usuarios activos mensuales / Statista. WhatsApp creció de forma monumental y arrasó con la competencia. Su crecimiento anual es del 73 por ciento y ha logrado mucho más que ninguna otra red social en sus primeros años. Si después de 60 meses, Facebook contaba con 145 millones de usuarios, WhatsApp alcanzaba los 445 millones. En octubre de 2011, el volumen de mensajes diarios llegaba a 1.000 millones; en febrero de 2012 llegó a 2.000 millones, y en agosto de 2013 ya se elevaba a 31.000 millones. En los últimos meses su escalada fue asombrosa y para enero de 2014 llegó a 50.000 millones. En abril de 2014, WhatsApp procesó un número récord de 64.000 millones de mensajes en un día. Se estima que en la actualidad, la cifra promedio se ubica en más de 30.000 millones de mensajes, más de 700 millones de imágenes, más de 200 millones de mensajes de voz y más de 100 millones de videomensajes. Cuando la compañía fue adquirida por Facebook, contaba con 465 millones de usuarios. Dos años después, ha logrado la marca de 1.000 millones. En 24 meses, creció un promedio de 22,3 millones de usuarios mensuales, 784.000 diarios, 32.626 por hora. WhatsApp superó las expectativas de Mark Zuckerberg, el presidente de Facebook, quien pronosticó, en un reporte financiero de octubre de 2014, que la plataforma llegaría a 1.000 millones de usuarios en un lapso de cinco años. En aquella ocasión, el ejecutivo declaró que los productos no se volvían tan interesantes como para transformarse en negocios “hasta que contaran con 1.000 millones de personas usándolos”. Ese día llegó. El equipo de WhatsApp, desde la adquisición por parte de Facebook, concentró sus esfuerzos en ganar usuarios. El crecimiento de WhatsApp se asemeja al de Facebook. La red social creada por Mark Zuckerberg contaba con 485 millones de usuarios mensuales activos en el segundo trimestre de 2010. Poco más de dos años después, en el tercer trimestre de 2012, rompió la barrera de los 1.000 millones.

El futuro: el mundo de los negocios

Una de las razones por las que WhatsApp eliminó el pago por usar su servicio radicó en su deseo de allanar su proceso de masificación en mercados con Brasil e India, donde, en palabras de Koum, resulta bastante difícil pagar: “No necesariamente tienen tarjetas de crédito o infraestructura con la cual procesar transacciones electrónicas”, afirmó. En una próxima etapa, se prevé que WhatsApp implemente mecanismos para facilitar la comunicación entre las compañías y sus clientes, de modo que este sistema de mensajería se convierta en un soporte de preferencia para el desarrollo de actividades corporativas y comerciales. Ello vendría acompañado de una estrategia para monetizar la aplicación. En la actualidad, Koum tiene 39 años y su fortuna se valora en 9.300 millones de dólares. Ocupa el puesto 108 en la lista Forbes de los más ricos del mundo.

ÉDGAR MEDINA Tecnósfera @EdgarMed en Twitter


 
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